Patricia Barrasa tuvo claro desde el primer día que el voleibol era lo suyo. Hoy en día, después de nueve años jugando, tiene incluso más ilusión por este deporte que cuando empezó de la mano de su tío Alberto, entrenador de Superliga Femenina del Haro Rioja Voley.
A sus diecisiete años está muy enfocada a conseguir sus objetivos, Patricia sabe que tendrá que hacer un esfuerzo extra para estudiar Medicina y seguir compitiendo. Pero no le asusta y cree firmemente que puede hacer las dos cosas a la vez.
Su cualidad más destacable para este deporte es el empeño y esfuerzo que le dedica. Lo que más le gusta es la parte de juego en equipo, aspecto que no encontró cuando practicaba gimnasia rítmica.
Jugadora del Vialki Udapa, el año pasado jugaron en Primera División Nacional, y aunque no les fue bien, Patricia se muestra emocionada por la experiencia y todo lo que aprendieron.
Además, también en 2018 fue campeona de Euskadi de vóley playa y tercera en 2019, deporte que también practica y con el disfruta mucho.
¿Con cuántos años empezaste a jugar al voleibol? ¿Tienes familia o amigos que también lo practiquen?
Empecé con ocho años, ya llevo nueve. Hacía gimnasia rítmica, pero lo quería dejar y mi tío que es entrenador de voleibol –ahora entrena al Haro Rioja Voley- me dijo que fuera a probar. Desde el primer día vi que este es mi deporte. Me gustó muchísimo más que la gimnasia.
El voleibol te gusta y te compensa. Pero, ¿has tenido que hacer muchos sacrificios para jugar al voleibol?
Sí, sobre todo en los estudios. El año pasado, en 1º de Bachiller, fue más complicado ya que necesito buena nota porque quiero estudiar Medicina.
Para compaginar entrenamientos, jugar en 1ª División Nacional, viajes a Madrid o Canarias para los partidos, tenía que quitar tiempo de estudio.
Debido a ese nivel de exigencia de este deporte, ¿te has planteado en algún momento dejarlo?
A finales de este curso debido a los estudios, sí. Pero no me lo pensé ni dos segundos. Yo creo que a todo el mundo le ha pasado, que en algún momento se lo plantea.
Y cuándo termines Bachillerato y empieces la Universidad, ¿tienes intenciones de seguir compitiendo?
Sí, sin duda. Tengo que estudiar fuera de Vitoria, por lo que tendré que ir a otra ciudad y cambiar de equipo.
Creo que el deporte me regala tiempo en lugar de quitármelo
¿Cuántos días entrenas a la semana?
Dos horas cada día de lunes a jueves y el partido los sábados.
¿Hay mucha diferencia de edad entre las jugadoras?
Sí, el año pasado de mi edad solo estábamos tres chicas. Luego había varias de veintitantos y alguna de treinta y tantos.
¿Te queda tiempo libre para ti después de los estudios y los entrenamientos?
Siempre hay tiempo libre, yo creo que se puede hacer todo. El deporte me quita mucho tiempo, bueno, en realidad creo que me lo regala. Pero también tengo tiempo para estar con las amigas o ir al cine. Además, en el equipo también tengo amigas, formamos una piña enorme.
A lo largo de estos años, ¿has tenido apoyo de tu familia y amigas?
Mis amigas no lo apoyaban. Siempre me decían que por qué no podía quedar. Yo les explicaba que era porque tenía partido, me había comprometido y era lo que quería hacer.
Mi familia siempre ha estado encima de mí y me ha apoyado para seguir. Mis amigas en el fondo también.
Mis habilidades para el voleibol son el empeño y el compañerismo
¿Cuáles crees que son tus habilidades para este deporte?
Yo creo que el esfuerzo. Le pongo mucho empeño y al final eso se nota. Y el compañerismo también. No soy solo yo, sino que juego con más compañeras y tengo que poner de mi parte en ese aspecto.
¿Te gusta competir?
Sí, soy súper competitiva, eso lo que más. Lo mejor es ganar.
¿Y qué pasa cuándo pierdes?
También hay que saber perder, pero a todo el mundo nos gusta ganar.
¿Qué tal os fue la temporada pasada?
La verdad es que mal. El año anterior conseguimos entrar en Primera División Nacional porque lo hicimos muy bien. Vitoria nunca había tenido un equipo de voleibol que hubiera llegado tan alto.
Empezamos bastante bien, aunque sabíamos que no teníamos mucho que hacer porque éramos novatas y bastante jóvenes. Por ejemplo, en Primera División hay gente que cobra por jugar. Nosotras pagamos por jugar.
Pero nos lo pasamos genial y ha sido una experiencia que nos ha servido para aprender y hemos mejorado muchísimo.
¿Y este año en qué liga vais a jugar?
Este año estamos en Primera División Vasca.
También juegas a vóley playa. ¿Es muy diferente un deporte de otro?
Sí, totalmente. En vóley playa se juega de dos en dos y en pista jugamos seis. Es mucho más difícil moverte en la arena.
¿Qué tal te ha ido jugando al vóley playa?
Muy bien. El año pasado fuimos campeonas de Euskadi y este año hemos quedado terceras. También hemos estado jugando en la selección de Euskadi.
¿Dónde entrenas a vóley playa?
En Mendizorroza. Pero quieren quitar el campo para ampliar el estadio del Alavés. Así que estamos peleando.
Mi referente es María Schlegel -jugadora profesional de voleibol- por su constancia, concentración y competitividad
¿Quiénes son tus referentes en el voleibol?
Se llama María Schlegel. Siempre la he tenido como referente. Es una chica que antes era profesional del salto de altura. Y luego empezó a jugar a voleibol en Madrid y ahora es profesional. Además, la conozco.
¿Qué es lo que más te gusta de María Schlegel?
Su constancia, su concentración y su competitividad. Y también su humildad.
¿Cómo consigues concentrarte en los entrenamientos y en los partidos?
Con los años he ido aprendiendo a concentrarme. Ahora en los entrenamientos estoy muy centrada. Me olvido de los estudios y de todo. Estoy en eso y ya está.
No quiero elegir entre estudiar Medicina y voleibol. Creo que puedo compaginar ambas actividades
¿Te gustaría dedicarte profesionalmente?
Sí, claro. Aunque desgraciadamente no podría dedicarme solo al voleibol porque no se gana suficiente dinero. Me encantaría. Espero dedicarme a ello mientras estudio.
¿Y si tuvieras que elegir entre Medicina y voleibol?
Se pueden compaginar las dos cosas.
¿Cómo intentas superar tus limitaciones?
La propia frustración que me da fallar, hace que vaya mejorando la próxima vez. Voy fallando, pero me levanto y voy mejorando “por narices”.
¿Qué le recomendarías a una niña para convertirse en atleta? ¿Qué pasos tiene que dar para empezar?
Que siga adelante si le gusta, que no piense en dejarlo por tonterías. Sobre todo las chicas llegan a una edad en que dejan el deporte. Yo diría que siga adelante porque el deporte es lo que te hace salir de tu vida y olvidarte un poco del día a día.
¿Has notado que las chicas de tu clase han ido dejando el deporte?
Sí, en mi clase no hay nadie que haga deporte. Solo yo.
¿Qué otros deportes te gustaría practicar?
Me gusta mucho el waterpolo y el fútbol de pequeña. Pero sin duda el voleibol.