Janire Fernández de Olano, atleta alavesa

Correr me aporta sensación de control sobre mi cuerpo y libertad

Janire Fernández de Olano es una atleta vitoriana de 23 años que lleva desde los 8 practicando este deporte. Casi licenciada en Ingeniería Mecánica, actualmente está terminando sus estudios en Valladolid, donde entrena 6 días por semana con Uriel Reguero y su grupo de atletas Track is Back. Además, forma parte del club Super Amara Bat de Irún. Anteriormente, se ha preparado con Martín Fiz, del que ha aprendido “mucho, sobre todo a nivel psicológico”.

Cuando empezó, le encantaba ir a entrenar después de clase. Reconoce que es un deporte con una exigencia física bastante elevada y que conlleva una carga psicológica que hay que aprender a gestionar. Convencida de la decisión que ha tomado, mantiene la ilusión intacta de los inicios.

La joven corredora comenzó practicando cross, pero en 2016 decidió especializarse en pruebas de pista para afrontar nuevos retos: 1.500 m, 3.000 m y 5.000 m. Actualmente, se prepara para correr 10.000 m en pista.

Después de una temporada complicada por cuestiones de salud, vuelve a la competición con muchas ganas de demostrar todo lo que lleva entrenado.

 

¿Recuerdas la primera vez que te interesaste por el atletismo? ¿Alguién te informó?

De pequeña probé algún deporte en el colegio, pero ninguno me terminó de enganchar. Y lo cierto es que a mi madre de niña le encantaba correr. Me hablaba de ello alguna vez y me despertó el interés. A mi madre le apasiona, de pequeña siempre que tenía que ir a algún sitio en el pueblo iba corriendo.

Cuenta cómo una niña de 8 años se decanta por el atletismo.

El momento en el que lo decidí y le dije a mi madre que me quería apuntar a atletismo fue a partir de una anécdota. De pequeña íbamos algún verano de vacaciones a Galicia. Estaba un día merendando tranquilamente con mi bocadillo y empezaron a perseguirme 3 perros de caza. Y lo único que se me ocurrió es echar a correr. No había corrido así en la vida. Entonces mi tía le comento a mi madre que podía apuntarme a atletismo.

¿Desde tan pequeña ya notaste que correr es tu pasión?

La verdad es que sí. Porque en ningún momento lo vi como una obligación. Mi madre siempre nos inculcó a mis hermanos y a mí el deporte, pero nunca nos ha obligado a practicar ningún deporte en concreto. Llegaba la hora de entrenar, y a mí me encantaba ir después de clase.

¿Cómo fueron los inicios?

Empecé a entrenar en un parque con Timoteo Quintana. No éramos muchos. Pero había algunos compañeros mayores que eran una inspiración y han sido después atletas muy buenos.

¿Qué le recomendarías a una niña para convertirse en atleta? ¿Qué pasos tiene que dar para empezar?

Lo primero es ver el abanico de opciones que tenemos para practicar y probar todo lo que podamos. También es importante encontrar un grupo en el que haya gente de la misma edad. Porque cuando somos pequeños, fundamentalmente vamos a divertirnos.

Con la experiencia que tienes hoy en día, ¿sientes que en aquel momento tuviste apoyo social o institucional en tu desarrollo como atleta? 

No. Yo creo que ahora mismo hay más visibilidad. Pero siempre he tenido esa percepción de que cualquier deporte femenino estaba infravalorado respecto al masculino. De hecho, las figuras más icónicas suelen ser hombres en este deporte. Cuando pasan los años, lo vas notando un poco más. Sí que es cierto que quizás ahora se están dando mayores avances, pero hay un menosprecio en cuanto al papel de la mujer en el deporte.

Janire Ferández de Olano entrenando en el parque del Prado en Vitoria
Janire Fernández de Olano, en el parque del Prado de Vitoria donde ha entrenado durante varios años

Para llevar a cabo una carrera como atleta, siempre hablas de organización, disciplina, trabajo y sacrificio. Está claro que correr te gusta y te compensa. Pero, ¿cuál es el coste por dedicar tu vida a correr?

Desde luego el atletismo es un deporte muy duro que requiere mucho sacrificio. Al final se trata de ponerlo sobre la balanza: me quita muchas cosas, pero me aporta muchas otras. Por ejemplo, llega el fin de semana, todas mi amigas se van a un festival, y yo no puedo. Porque tengo competición o entrenamientos (Janire entrena casi todos los días de la semana).

Tengo ese tipo de obligaciones, porque hay gente que me está dedicando su tiempo para entrenarme y hacerme la planificación. No puedo fallar, tanto por mi como por la gente que está en mi entorno. Por mi parte siempre me ha compensado y creo que seguirá siendo así. Es la decisión que he tomado.

¿Tu cuerpo nota las horas de entrenamiento y de estrés en las competiciones? ¿Y psicológicamente?

Sí, claro. Es una exigencia física bastante elevada. Nos exponemos a lesiones y a esa carga psicológica que tenemos que aprender a gestionar. Y eso es complicado. Pero sobre todo me fortalece, me hacer ver ciertas cosas de otra manera.

Cuando eres pequeño no lo asumes de la misma manera, si no como ocio, como un juego. Pero luego va pasando el tiempo y hay que trabajar, estudiar, entrenar. Hay que aprender a gestionarlo.

Hay momentos en los que el cuerpo dice hasta aquí. Entonces trato de ver con mi entrenador de reducir la carga o descansar.

¿Cómo se controla la mente en las carreras? ¿Cómo haces para concentrarte en ti misma y no fijarte en lo que están haciendo las demás competidoras?

El papel psicológico en los deportes individuales juega un papel muy importante. De hecho rara vez corremos con unas sensaciones esplendidas. Normalmente siempre hay molestias y otros factores. Hay que jugar con eso y tratar de autoconvencerse de que eso está ahí, pero para todas. Y pensar que siempre se puede dar un poquito más.

Opinas que correr es más de mente que de piernas. ¿Qué haces los días en que no te apetece salir a correr? ¿Te permites en alguna ocasión quedarte en casa? ¿Te fuerzas a ir?

Como todo, claro que hay momentos en los que la mente no acompaña y no apetece. Pero siempre trato de cumplir los entrenamientos que me fijan. Sí que hay momentos en los que el cuerpo dice hasta aquí. Entonces trato de ver con mi entrenador de reducir la carga o descansar. Si no es por un aspecto físico, si no que es algo moral, sí que intento cumplir con todo. Hay más gente dedicándome su tiempo y ante eso tengo mucho respeto.

Háblanos de la función del entrenador. ¿Tienes un entrenador que te fija el trabajo diario, ¿verdad?

Sí, claro. En mi grupo de entrenamientos, cada atleta responde de una manera y todos tenemos una planificación individualizada. Y nuestro entrenador es el que nos indica. Porque no solo es correr. Está el trabajo psicológico, el de la técnica y la fuerza. Y cada uno respondemos de una manera ante eso. Entonces, llevamos una planificacion individualizada que vamos siguiendo y la vamos modificando según va respondiendo el cuerpo y adaptándola a las competiciones y los objetivos.

Y a la hora de elegir las carreras en las que vas a participar, ¿lo decides tú, el entrenador o el club en el que estás?

Hay algo que la gente no suele entender porque en otros deportes no es así. En atletismo, competimos para un club, pero no necesariamente entrenamos con ellos.

Sí hay algunas competiciones para las que el club nos “exige” competir, que son las ligas de clubes. Hay varios encuentros de liga por los que 1 o 2 atletas del club compiten para poder puntuar y clasificar a los equipos. El resto de competiciones las establece el entrenador según el tipo de pruebas que quiere que corra.

Entrenamiento carrera de cross Janire Ferández de Olano
Janire Fernández de Olano entrena cross, una de sus pruebas preferidas

Hace un par de semanas, después de una temporada complicada sin competir, has participado y ganado la Carrera Popular de Los Paseos de Vitoria. ¿Cómo son los momentos en los que no puedes competir por temas de salud?

Estuve bastante tiempo parada. En cuanto a lesiones no he tenido nada grave. Pero hasta que me detectaron problemas alimentarios, estaba con anemias que iba arrastrando. Hasta que he conseguido controlar todo eso, ha pasado bastante tiempo.

Estar entrenando para no poder competir y sacar a la luz todo ese trabajo que he ido haciendo, es una carga psicológica bastante intensa. Necesito desfogarme por algún lado, que llegue la competición y soltar la adrenalina. Si entreno tan duro es para marcarme unos objetivos, si no entrenaría en modo deporte-salud.

¿Te gusta la parte de competición que tiene este deporte? 

A mí sí me gusta. La verdad es que es un reto. Sobre todo cuando has estado un tiempo sin competir. Esa serenidad que se debe tener compitiendo se pierde un poco y hay que volver a ganarla.

Recuerdas las primeras competiciones en las que participaste de niña. ¿Cómo las vivías? 

Sí, me acuerdo muy bien. La primera vez fue en Vitoria, en un cross en Gamarra. Estaba nerviosísima, pero yo estaba encantada. De hecho, dieron la salida y estaba tan nerviosa que no me di ni cuenta y salí la última.

¿Qué pasa cuando mejoras una marca, pero en las siguientes carreras vuelves hacia atrás? ¿Cómo se supera eso? ¿Cómo te motivas para seguir?

Nosotros vivimos entre números. Por mi parte, como siempre he competido en distancias largas, siempre he tenido mucho margen de mejora. Entonces tampoco he vivido tanto con ese factor, con esa carga.

Pero es duro gestionar eso. Porque estás trabajando para no obtener a priori ningún resultado. Creo que este es uno de los aspectos psicológicos más difíciles de llevar.

Has practicado cross, carreras de 1.500 m, 3.000 m, 5.000 m… ¿Con qué prueba te quedas? 

Es difícil quedarse con alguna. Son tan diferentes, que me tendría que quedar con dos. Tanto el cross como el 5.000 m en pista me gustan muchísimo.

¿En qué te estás enfocando ahora y en el futuro?

Mi entrenador me ha marcado como objetivo correr 10.000 m en pista. Son 25 vueltas a la pista y entra en juego el aspecto psicológico que estoy trabajando. Es una primera toma de contacto, así que tampoco podemos marcar unos objetivos muy claros después de estar tanto tiempo parada.

Carrera de cross de Janire Fernández de Olano
Carrera de cross con su equipo Super Amara Bat

¿Cómo animarías a correr a alguien que nunca lo haya hecho o no le guste?

Para alguien que no ha corrido nunca es muy satisfactorio porque se ven los progresos muy rápidamente. También es un deporte muy social, puedes salir con cualquier persona, en cualquier momento y lugar.

¿Por qué te gusta correr?

Para mí personalmente lo que me aporta el correr es una sensación de control sobre mi cuerpo, ser capaz de exigirme tanto y la sensación de libertad. Si le dedico tanto tiempo, es porque me ofrece algo que el resto de deportes no consiguen.

Y a nivel personal me ayuda a crecer y me aporta unos valores. Es un pilar sobre el que estructuro todo. Me aporta esos valores de sacrificio, de perseverancia, de valorar el trabajo de uno mismo…

¿Quiénes son tus referentes en el mundo del atletismo?

Sobre todo Martín Fiz, que fue mi entrenador. Me ha enseñado mucho, sobre todo a nivel psicológico; es un sufridor nato.

Y también Isabel Matías, me parece una luchadora. La tengo como referente como atleta y como persona. Está pasando una época un poco mala en lo deportivo. Pero es una persona a la que he visto luchar y volver a intentarlo después de estar tanto tiempo lesionada. Es un gran referente para cualquier mujer y para cualquier hombre.

¿Y fuera del atletismo?

Mi hermana. Es una persona súper trabajadora y eficiente. Y es algo que he adoptado de ella.

La pasión por correr es incluso mayor que cuando empecé; antes era más esa ilusión de niña pequeña.

¿Qué otros deportes te gustaría practicar?

Como empecé tan pequeñita, con 8 o 9 años, no he practicado durante mucho tiempo prolongado otro deporte. Sí que hay deportes que me gustan, pero no sé cuál elegiría. Lo que es seguro es que no sería ni fútbol ni baloncesto, porque soy muy torpe (risas). Quizá algún deporte de contacto, carreras de montaña e incluso la bicicleta. La verdad es que me gusta todo.

¿Qué otros deportes sigues como aficionada?

El baloncesto.

¿Tienes otros intereses u aficiones que no estén relacionados con el deporte?

Me gusta mucho la fotografía. He trabajado en alguna campaña como modelo fotográfica, sobre todo de modelaje deportivo. Y también he hecho algo como actriz en un cortometraje. Fue una experiencia muy bonita.

Me interesan muchas cosas. Todo lo que se pueda probar, hay que intentarlo y vivir la experiencia.

Aun recuerdas tu primer día de entrenamiento en el Parque de Aranbizakarra. Varios años después, ¿sigues corriendo con el mismo entusiasmo? ¿Qué se mantiene? ¿Qué ha cambiado?

Esa ilusión la mantengo intacta. Tengo un recuerdo muy claro de cuando era pequeña y creo lo mantengo exactamente igual. Sí que es cierto que esa pasión la afronto de otra manera. Aprendo a gestionar los entrenamientos de otra manera. Yo creo que esa pasión es incluso mayor; antes era más esa ilusión de niña pequeña. Cuando pasan los años, me voy reafirmando; si no, lo habría dejado hace tiempo.

¿Qué crees que te hubieras perdido si no te hubieras encontrado un día con el atletismo?

Me ha aportado tanto que habría supuesto una frustración bastante grande. Porque me aporta mucho y me ayuda a gestionar todo de otra manera.